Guía para la gestión de la PRL de los trabajadores con discapacidad visual

Guía para la gestión de la PRL de los trabajadores con discapacidad visual

Una guía dirigida a los empresarios de Castilla y León pero que vale para todos los demás
8 Enero 2018

Los trabajadores con discapacidad son un colectivo muy vulnerable dentro del ámbito de la seguridad laboral pues, al amplio abanico de riesgos y vicisitudes derivadas de su actividad en el trabajo, se añaden, además, las dificultades presentes en la accesibilidad al entorno y en la adaptación a su puesto de trabajo.

Esto nos lleva a la necesidad de conocer la realidad de estos trabajadores y dotarles de mecanismos y procedimientos de cara a su plena adaptación al entorno y puesto de trabajo, desplegando las medidas oportunas de salud y Prevención de Riesgos Laborales.

Según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia (EDAD) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística en 2008, Castilla y León cuenta con un total de 225.900 discapacitados, de los cuales 69.100 son visuales. Estamos ante una de las Comunidades Autónomas con mayor proporción de población discapacitada, un 10,50%, cuando la media nacional se sitúa en el 8,5%.

Del total de 13.900 personas con discapacidad visual que encontramos en Castilla y León con edades comprendidas entre 16 y 65 años de edad, el grado de integración en el mercado laboral es altamente considerable, pues el 41% está en disposición de trabajar, siendo el porcentaje de población invidente que trabaja el 35%.

Todos estos datos nos obligan a tener una mención específica con este colectivo dentro de las empresas, a tener muy en cuenta los principales riesgos derivados de sus puestos de trabajo y, en definitiva, a adoptar medidas especiales que cubran, no sólo los riesgos específicos de todos los trabajadores, sino las derivadas de esta condición de discapacidad.

Atendiendo a la normativa establecida en materia de Prevención de Riesgos y Salud Laboral, cumplir con las obligaciones en materia de seguridad y salud en el trabajo, son objetivos de responsabilidad tanto empresarial como individual. Así mismo, los empresarios están obligados a adoptar las medidas adecuadas para la adaptación del puesto de trabajo y la accesibilidad de la empresa, en función de las necesidades de cada situación concreta, con el

fin de permitir a las personas con discapacidad acceder al empleo, desempeñar su trabajo, progresar profesionalmente y acceder a la formación.

La OMS define la discapacidad como “El efecto, determinado por el entorno, de una deficiencia que al interactuar con otros factores en un contexto social específico, puede hacer que un individuo experimente una desventaja indebida en su vida personal, social o profesional”.

Si bien una persona discapacitada es menos capaz de realizar ciertas actividades, cuando se dispone de las condiciones físicas y sociales necesarias, se alcanza un alto grado de similitud con las personas sin discapacidad, para enfrentarse a las situaciones de la vida cotidiana.

En el ámbito laboral, se considera trabajador discapacitado a “Aquella persona que debido a su situación de discapacidad reconocida, tiene dificultades para desempeñar determinadas tareas exigidas por su puesto de trabajo, o por la existencia de una serie de barreras que limitan su accesibilidad a las instalaciones de la empresa”.

Todo lo anterior ha llevado a Enclave Formación S.L.U, en colaboración con la ONCE, a la elaboración de una guía cuyo principal objetivo será ofrecer una herramienta de base para transferir a sus trabajadores los hábitos de trabajo que han de asumir y la responsabilidad que tienen en el mantenimiento de su salud laboral.

Ésta guía ha sido subvencionada por la Dirección General de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales de la Consejería de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, a través de las subvenciones públicas destinadas al desarrollo de medidas que tengan por objeto la seguridad y salud laboral. (Orden EYE/2365/2009, de 23 de diciembre).

Los principales objetivos que se pretenden alcanzar con esta herramienta son los que se indican a continuación:

1. Reducir los índices de siniestralidad de los trabajadores invidentes de Castilla y León

2. Estudiar las necesidades específicas de los trabajadores invidentes y dárselas a conocer a ellos y a la empresa en la que trabajan

3. Mejorar la calidad laboral y de vida de los trabajadores invidentes y, por consiguiente, la competitividad de las empresas en las que trabajan.

4. Dar a conocer a las trabajadoras invidentes los riesgos específicos a los que se enfrentan, los cuales pueden acentuarse por su condición de discapacitadas visuales

5. Concienciar a los trabajadores jóvenes de la importancia de tomar medidas preventivas y correctoras en el ámbito laboral, con el objeto de que las mantengan a lo largo de su vida profesional

6. Dotar a las empresas con empleados invidentes de instrumentos para la Prevención de Riesgos Laborales dentro de su estructura y entre sus trabajadores, al tiempo que se reduzcan las bajas y se mejore la productividad.

Se facilita, de este modo, la labor de difusión y divulgación de la Prevención de Riesgos Laborales para los trabajadores invidentes, que encuentran muchas dificultades en la adquisición de hábitos preventivos al carecer de recursos que, de forma didáctica y clara, les acerquen a esta materia.

Es compromiso de todos configurar el centro de trabajo como un lugar seguro donde se minimicen al máximo los riesgos que se puedan correr.

Adjuntamos el texto completo de la Guía, editada por la Junta de Castilla y León

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