Teletrabajo: vieja fórmula y nuevas soluciones

Teletrabajo: vieja fórmula y nuevas soluciones

El trabajo en remoto es ya un modelo 'tradicional' si se compara con otras fórmulas de flexibilidad y actividad independiente. Sin embargo, en su aplicación aún quedan cuestiones pendientes que reclaman soluciones efectivas. En su desarrollo también hay novedades.
7 Noviembre 2017

El trabajo en remoto es ya un modelo 'tradicional' si se compara con otras fórmulas de flexibilidad y actividad independiente. Sin embargo, en su aplicación aún quedan cuestiones pendientes que reclaman soluciones efectivas. En su desarrollo también hay novedades.

El trabajo era hasta hace poco un lugar al que se iba. Hoy ya se ha convertido es un estado, en una actividad o en una acción. Y esto, en teoría, iba bien para aquéllos que optan por teletrabajar. Sin embargo, algunas organizaciones y directivos parecen no darse por enterados. Recientemente Jack Welch, el que fuera CEO de General Electric, que está considerado por muchos como un gurú del management, incluía un post en LinkedIn en el que decía que "teletrabajar es lo más parecido a un suicidio profesional".

Éste ha sido el mayor obstáculo para aquellos que pretendían adoptar esta fórmula de actividad: la teoría de que el empleo desde casa ralentiza la carrera profesional, básicamente por los déficit relacionales.

Quienes denostan el teletrabajo aseguran que esas dificultades para contactar con otras personas no existirían si fuéramos a trabajar cada día a la oficina.

Los obstáculos

El aislamiento y la pérdida de networking que éstos implican se consideran como las principales desventajas con las que tendrá que lidiar quien decida teletrabajar.

De hecho, la mayor parte de organizaciones que facilitan la actividad desde casa lo hacen sólo cuando ésta resulta eficiente, puesto que consideran que la falta de integración del empleado es el mayor problema.

En tres años, el 89% de las organizaciones ofrecerá 'estilos de trabajo móviles' a sus empleados

Aquí aparece de nuevo el presentismo, que aún domina muchas organizaciones que tienen más en cuenta la presencia que la productividad y los resultados.

Según la Society for Human Resources Management, aunque los profesionales que trabajan desde casa son un 13% más productivos que los que desempeñan sus tareas en la oficina, tienen la mitad de posibilidades de promocionar en su empresa.

Esto juega en contra de toda una nueva generación de empleados hiperconectados, decididos a terminar con el concepto tradicional de que, para trabajar es necesario estar en la oficina, y convencidos de que la profesionalidad debe medirse por los objetivos reales conseguidos.

Ventajas reales

A pesar de los obstáculos y de los argumentos en contra, hay quien advierte ventajas en esta fórmula laboral: una investigación de Gallup revela que "aquéllos que trabajan desde casa -al menos tres o cuatro días a la semana- están mucho más enganchados y comprometidos que los que acuden diariamente a la oficina (un 41% frente a un 30%). La flexibilidad, los ahorros y las cuestiones que se refieren a la atracción y retención de los empleados aconsejan la adopción de modelos de trabajo desde casa.

Y otra investigación de Citrix pronostica que el 89% de las organizaciones de todo el mundo ofrecerá "estilos de trabajo móviles" a sus empleados en 2020.

Los expertos proponen soluciones para ascender, eliminando así esa desventaja del teletrabajo. Una de ellas es decírselo al jefe y confiar en que éste cambie de opinión acerca de la idea falsa de que quien teletrabaja está más interesado en la conciliación que en la promoción profesional. Hay que ser muy claro acerca de cuáles son las expectativas y objetivos de ascenso.

También se aconseja planificar encuentros puntuales con quien manda -pueden ser semanales- para facilitar la valoración acerca de la contribución real por el trabajo que se realiza a distancia.

Otra sugerencia es encontrar el equilibrio perfecto entre el teletrabajo y acudir a la oficina, algo que depende de cada profesional. La idea es que existen ciertos "momentos clave" en los que el contacto personal fluye de manera más eficiente, por lo que resulta conveniente reintroducir la interacción personal que se pierde en ciertas comunicaciones electrónicas.

Grandes ejemplos

Recientemente compañías como Apple, Amazon o Disney han publicado importantes ofertas de empleo que demuestran un impulso sincero por las fórmulas de trabajo a distancia.

En el caso de Apple, el perfil de teletrabajador designado como home advisor exige ser un profesional que responda inmediatamente, que sepa autogestionarse y concentrarse en un entorno como el del propio hogar, dominando la multitarea. Apple proveerá a los elegidos con un iMac, una formación que costeará la compañía, una red profesional de colegas y un paquete de beneficios que incluye descuentos en los productos de Apple.

Amazon diseñó nuevas ofertas con perfiles inéditos, pero sus 5.000 ofertas para teletrabajar eran diferentes y contemplaban una nueva dimensión de flexibilidad y beneficios. Los elegidos cuentan con tiempo para vacaciones, entrenamiento y formación, seguro de vida y discapacidad, seguro dental, ocular y médico. Sin olvidar el programa Career Choice, por el que la compañía adelanta el 95% de los costes de los cursos de formación que sean necesarios para desarrollar las actividades que Amazon exige al teletrabajador.

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