Siete señales que indican que ha llegado el momento de cambiar de empleo

Siete señales que indican que ha llegado el momento de cambiar de empleo

Conciliación y ambiente de trabajo juegan un papel clave en la satisfacción laboral de los profesionales
26 Mayo 2017

Compaginar bien la vida personal y profesional es imprescindible para estar a gusto en el trabajo. Así mismo, sentirse valorado por los miembros de la compañía y recibir la confianza para asumir nuevos roles y proyectos ayuda a no perder la pasión por el empleo.

Las personas motivadas, comprometidas con la empresa y satisfechas con sus condiciones laborales trabajan mejor y consiguen mejores resultados.

Pero, a veces, esto falla. El empleado se siente agobiado o el trabajo se convierte en rutina. Permanecer muchos años en la misma empresa da estabilidad y seguridad, pero, al mismo tiempo, puede conducir a un estado de conformismo que haga perder la pasión por el trabajo.

Si ello sucede, un cambio de trabajo o, incluso, de sector, puede devolver la motivación al empleado. Por ello, los profesionales de InfoJobs comparten una guía con siete claves para detectar si ha llegado el momento de cambiar de empleo.

1) Nuevos retos profesionales. Cuando el trabajo se convierte en rutina y no hay nuevos proyectos a la vista, el empleado cae en el aburrimiento y pierde la pasión por el trabajo. Afrontar nuevos retos, sin embargo, obliga a seguir aprendiendo y mantiene a la persona alerta y motivada. Así que, si el trabajo se ha convertido en monotonía y ya no hay nuevas responsabilidades, ha llegado el momento de cambiarlo.

2) Más valoración. Desde los puestos más júnior hasta los altos directivos de la empresa, todo empleado necesita que se reconozca su labor dentro de la compañía. Cuando no se valora la implicación de un trabajador con la empresa o no confían en su trabajo, baja el nivel de exigencia personal y también su compromiso y ganas de seguir creciendo profesionalmente. En ese caso, es hora de buscar un sitio en el que valoren los conocimientos de la persona y confíen en ella para el desarrollo de nuevos proyectos.

3) Sin posibilidades de crecimiento dentro de la empresa. Y lo mismo ocurre si no se aprecian posibilidades de promoción dentro de la empresa. No todos los empleados quieren llegar a jefes, pero siempre es necesario ver una evolución en la trayectoria profesional de una persona y afrontar nuevos retos que permitan aprovechar todo su potencial.

Informarse sobre las posibilidades de promoción y los planes de crecimiento o movilidad dentro de la empresa será fundamental para saber si existe una posibilidad real de crecimiento.

4) Cambio de ambiente. Los compañeros de trabajo pueden jugar un papel clave en la satisfacción laboral. Sentirse arropado y saber que se puede confiar en ellos ayuda a crear un mejor clima laboral.

Al mismo tiempo, las personas de la compañía deben ser fuente de aprendizaje e inspiración. Esto ayudará a crecer profesional y personalmente a cada uno de los empleados. Si esto falla y el ambiente en el trabajo ha empezado a ser tóxico, ha llegado el momento de un cambio de empleo.

5) Cuando el rendimiento y capacidad creativa disminuye. Cuando a una persona deja de gustarle lo que hace, su rendimiento baja. Se limita a hacer su trabajo y pierde capacidad creativa o interés por asumir tareas nuevas. Si se percibe que la jornada laboral se hace cada vez más larga, hay que buscar un cambio.

6) Pérdida de calidad de vida. Con los años, los hábitos y necesidades cambian. Puede que una persona haya formado una familia y necesite más tiempo para ella. Además, hay muchos empleos estacionales, con temporadas en las que el volumen de trabajo crece significativamente, y, con ello, el tiempo de dedicación a la empresa.

Pero, si esto se alarga, puede llegar a afectar al plano personal e, incluso, a la salud. Cuando una persona sienta que ha perdido calidad de vida, debe hacer algo por cambiar esta situación enseguida: hablar con sus jefes o buscar un nuevo trabajo que le mantenga motivado. Que le permita, siempre, separar su vida personal de la profesional.

7) Falta de compromiso con la empresa. Mantener una postura distante respecto a los principios éticos de la empresa, la misión o los valores puede convertirse en un problema. Y es que es fundamental sentirse identificado y orgulloso de la empresa en la que se trabaja. Solo así el empleado estará dispuesto a asumir nuevos compromisos con ella y sentirá que su trabajo merece la pena.

Fuente: RRHH press

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