Los responsables de un accidente laboral en las voladuras para la construcción de un parking en A Coruña evitan la cárcel

Los responsables de un accidente laboral en las voladuras para la construcción de un parking en A Coruña evitan la cárcel

Un operario resultó herido grave porque explotó un barreno fallido
1 Noviembre 2014

Dos empresarios, un artillero y el director de las voladuras que se realizaron en abril de 2004 durante la construcción del parking de la urbanización del Papagayo evitaron ingresar en prisión por el accidente laboral sufrido por uno de los operarios. La víctima, que resultó herida grave, trabajaba en la zona cuando explosionaron restos de goma-2 de un barreno fallido que no había estallado.

La Fiscalía reclamaba que cada uno de los cuatro procesados fuese condenado a dos años y tres meses de cárcel y a abonar una multa de 3.600 euros, así como a la inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante tres años. El retraso en el proceso judicial por causas ajenas a los imputados -los hechos sucedieron en 2004 y la vista oral se fijó en 2014- provocó que el Ministerio público llegase a un acuerdo antes del juicio sobre la pena con la defensa de los sospechosos, a los que se le tuvo en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas.

Los acusados se declararon culpables y aceptaron la condena que les impuso la magistrada del Juzgado de lo Penal número 4 como autores de un delito contra los derechos de los trabajadores en concurso con un delito de lesiones por imprudencia grave. Cada uno fue sentenciado a tres meses de cárcel y al pago de multas que oscilan entre los 1.080 y 540 euros. Ninguno ingresará en prisión, ya que la pena es inferior a dos años y carecen de antecedentes. Dos de los condenados a una multa, según destaca la juez, omitieron "las más elementales medidas de precaución exigidas de acuerdo con sus conocimientos técnicos y funciones, a fin de salvaguardar la vida e integridad física de los trabajadores, ya que no comprobaron que no quedasen restos de goma-2 en la zona".

El accidente sucedió como consecuencia de las voladuras controladas que se realizaron en el Papagayo los días 1 y 2 de abril de 2004. La promotora del aparcamiento subcontrató la demolición y el desescombro de los siete edificios que antes había en el solar a una empresa que a su vez requirió los servicios de otra compañía para ejecutar las labores de perforación y utilización de explosivos.

Los propietarios de las dos empresas subcontratadas fueron dos de los condenados, a los que hay que sumar el artillero y el director de las voladuras. Una vez realizadas las explosiones, sobre las 15.30 horas del día 2 de abril, se permitió el acceso a la obra a la víctima, que trabajaba como palista, para deshacer un talud con un martillo picador. Cuando realizaba su tarea, explotó un barreno fallido de las voladuras que se habían hecho por la mañana en la zona y que no había sido "debidamente eliminado", según admitieron los propios imputados.

El estallido provocó la proyección de piedras, que alcanzaron a la retroexcavadora y al trabajador, que sufrió heridas graves, sobre todo en la pierna derecha. El afectado, que no reclamó indemnización por vía penal, estuvo 25 días hospitalizado y tardó 209 en curar de las lesiones. Como secuelas le quedaron cicatrices en la rodilla derecha, en la frente y en la clavícula que le causan un perjuicio estético "moderado", según indica la juez en la sentencia, contra la que no cabe recurso.

Fuente: La opinion Coruña

Foto: El Ideal Gallego - Pedro Puig

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