Los punteros láser nunca deben considerarse un juguete

Los punteros láser nunca deben considerarse un juguete

Los oftalmólogos del Hospital General de Elche alertan del peligro que supone el uso de punteros láser sin conocer sus especificaciones técnicas, así como el riesgo de considerarlos juguetes
29 Enero 2017

Los oftalmólogos han alertado históricamente de los riesgos de los punteros láser para la salud ocular, pero en estas fechas es aún más necesaria dicha alerta porque pueden encontrarse en muchos juguetes no homologados o que no cumplen las normas de seguridad y, por tanto, resultar peligrosos para los niños. Ante esta situación, los especialistas insisten en que nunca deben considerarse en sí mismos como un juguete, además de manejar aquéllos homologados y con certificados de calidad.

Según ha explicado a DM Cristian Fernández Martínez, médico adjunto del Servicio de Oftalmología del Hospital General Universitario de Elche, aunque no todos son peligrosos para la salud -concretamente los láser clasificados como clase 1 y clase 2, así como aquellos con potencias inferiores a 1 mili Watio representan un perfil de seguridad adecuado para su uso como punteros láser-, "el mayor peligro reside fundamentalmente en la idea de que son un juguete o un elemento recreativo. Partiendo de esta idea, las personas dejamos de percibir un riesgo en ellos y no tomamos las precauciones necesarias".

A ello se suma otro problema reciente, "la proliferación de estos artículos en puestos de venta ambulante y a través de la red donde se pueden adquirir dispositivos sin ningún tipo de etiquetado ni especificación técnica y con potencias que en algunos casos sobrepasan los 200 mili Watios". El uso de estos punteros de alta potencial puede generar lesiones oculares graves si el haz de luz "se proyecta directa o indirectamente sobre los ojos", ha comentado. De hecho, en la literatura médica se ha producido en los últimos años un repunte de casos clínicos con lesiones focales del área macular de la retina por exposición a estos haces de luz produciendo en muchos de estos casos una pérdida significativa de agudeza visual en los pacientes afectos.

Independientemente de su potencia y clase, los punteros láser, por definición, no deben proyectarse sobre el cuerpo humano, ya que "no están creados para tal uso". Además, debemos revisar bien el etiquetado del dispositivo para comprobar que se ajusta a la normativa y que nos informe sobre la clase y la potencia del laser que tenemos en las manos. Por todo ello, "no utilizar en ningún caso punteros láser que no tengan un etiquetado correcto o del que no tengamos ningún tipo de referencia ni por parte del vendedor y ni por parte del fabricante", ha insistido.

Fernández Martínez ha hecho hincapié en que existe una regulación europea explícita sobre el uso de haces de luz en los juguetes que exige que estos no deben suponer riesgo alguno baja ninguna circunstancia. "Por tanto si estamos adquiriendo un juguete homologado y con las certificaciones correspondientes podemos estar seguros de que cumplen con la normativa", ha concluido.

Fuente: Diario Médico

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