El perito de ADIF culpa al maquinista del accidente del Alvia en Santiago y destaca la “gran calidad” de la línea
El perito de ADIF culpa al maquinista del accidente del Alvia en Santiago y destaca la “gran calidad” de la línea
El perito judicial nombrado a propuesta de Adif, empresa pública gestora de la línea Ourense-Santiago, para investigar el accidente de tren del pasado 24 de julio en la curva de Angrois ha entregado en el juzgado su informe provisional, en el que atribuye al maquinista del Alvia la responsabilidad del accidente por no frenar a tiempo. El análisis de José Luis Pinel, veterano trabajador de Adif y Renfe, coincide con las tesis de ambas empresas públicas de que el maquinista fue el único culpable del descarrilamiento, que causó 79 muertes, y es el primero de los peritajes judiciales aportados a la causa que así lo indica. En su estudio, Pinel niega que los cambios que sufrieron los sistemas de seguridad de la línea influyesen en su seguridad y que se adoptasen por motivos económicos.
El peritaje de Pinel es el último de los centrados en la seguridad y señalización ferroviaria que llega al juzgado instructor de la causa, y lo hace cuando el juez Luis Aláez, que culpa a Adif de no habilitar medidas de seguridad suficientes, ya ha sido sustituido a petición propia. Otros tres peritajes previos sobre esa cuestión (de un experto independiente y de dos técnicos nombrados a petición del maquinista y de la aseguradora de Renfe) han apuntado diversos fallos de seguridad en la línea Ourense-Santiago. Por el contrario, la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF), dependiente del Ministerio de Fomento, también ha atribuido al exceso de velocidad del maquinista la causa del siniestro.
El informe del perito de Adif indica que en el accidente, en el que el conductor, Francisco José Garzón no frenó a tiempo despistado tras recibir una llamada telefónica, “el maquinista desatiende todas sus obligaciones durante casi dos minutos. No hay sistema de ayuda a la conducción que supere una prueba semejante”. El experto indica que, durante el tiempo que duró la llamada, hasta 35 señales o elementos singulares habrían permitido a Garzón identificar el punto de la línea por el que circulaba.
Frente a esa desatención del maquinista, el perito asegura que la línea contaba con todas las medidas de seguridad exigidas por la normativa y que ninguno de los cambios que sufrieron aumentaron el riesgo o se adoptaron para ahorrar. El perito de Adif también destaca que en esa empresa “no se ha recibido ninguna observación” sobre esos aspectos antes del accidente, pese a que Renfe sí supo de una alerta sobre el riesgo de la curva de Angrois lanzada por un maquinista jefe. Pinel asegura que la línea “no se trata de ninguna compleja, singular o novedosa conexión ferroviaria” aunque sí admite que el tren Alvia híbrido siniestrado en Angrois es “uno de los más singulares de todos los que circulan por las redes españolas”.
En su informe, el perito no se limita a describir las causas del accidente o las características de la infraestructura sino que incluye valoraciones, como asegurar que la línea Ourense-Santiago es “de gran calidad”.
El experto nada dice de las “discrepancias no relevantes” que según la investigación de la CIAF existían entre lo indicado en el Libro Horario que guía a los maquinistas y la realidad de los sistemas efectivamente instalados en las vías. Pinel sólo admite que una señal concreta de reducción de velocidad propia del AVE está instalada en una zona en la que ya son de aplicación las normas de las líneas convencionales. Según dice, esa señal es meramente indicativa y no impositiva, y “efectivamente está fuera de su ámbito normativo”, pero justifica a continuación que “en los más de dos años de explotación no se ha recibido queja ni observación alguna sobre este aspecto”.
Fuente: EL PAÍS