Una nueva muerte en la tala de pinos

Una nueva muerte en la tala de pinos

Es el quinto accidente mortal en la industria maderera gallega en un año
17 Junio 2016

El monfortino que murió en Ribas de Sil es el quinto trabajador de la industria maderera gallega víctima de un accidente mortal durante una tala forestal en poco más de un año. El fallecido murió probablemente aplastado por el tronco de un pino que estaba cortando, en un siniestro ocurrido en una zona de monte de difícil acceso que había sufrido un importante incendio durante el verano pasado.

La víctima es David T.S, un vecino de Monforte que precisamente el día de su muerte cumplía 34 años. Había acudido con un grupo de compañeros de la empresa maderera de Sober en la que trabajaba a realizar una corta de pinos en uno de los monte comunales de la ladera sur del Alto da Moá, que separa los municipios de Ribas de Sil y San Xoán de Río.

Fueron sus propios compañeros los que dieron la voz de alarma poco después de las dos de la tarde. Al parecer, no hay testigos directos de cómo ocurrió el accidente, aunque aparentemente el hombre murió aplastado por un tronco de pino. El accidente ocurrió al lado de un cortafuegos en una zona afectada por el incendio del año pasado, en la que el terreno todavía está calcinado, igual que la mayor parte de los árboles.

Avisados los servicios de emergencia, los primeros en llegar fueron los sanitarios de una ambulancia del 061 con base en Quiroga, que acudieron con una médica y una enfermera del centro de salud de San Clodio. No pudieron hacer nada, porque el trabajador ya estaba muerto. Al lugar acudieron también varias patrullas de la Guardia Civil y los bomberos de Monforte, que, según la información facilitada por el servicio de emergencias 112, retiraron el árbol que había caído encima de la víctima.

Mientras sus compañeros de trabajo permanecían unos cientos de metros más abajo, en la carretera que lleva de Cabanelas a Fraga, el cadáver permaneció en el monte todavía cuatro horas más. Había que esperar a que llegasen el forense y los agentes de la policía judicial que tenían que inspeccionar el lugar para descartar cualquier rastro de agresión. Finalmente, el forense renunció a subir hasta el lugar del suceso y el cuerpo fue levantado pasadas las siete de la tarde, después de que los agentes sacasen fotos y comprobasen el estado del cuerpo y los alrededores del siniestro.

El cuerpo tuvo que ser trasladado en camilla a través del cortafuegos, por una fuerte pendiente de varios cientos de metros de longitud, empleados de una funeraria y personal de Protección Civil de Ribas de Sil y del grupo de emergencias de Folgoso-Quiroga.

Fuente: La Voz de Galicia

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