Hacer ejercicio frena la sensación de hambre, contrariamente a lo que se creía hasta ahora

Hacer ejercicio frena la sensación de hambre, contrariamente a lo que se creía hasta ahora

Un estudio realizado por la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, muestra que el ejercicio es mejor que la restricción de alimentos para limitar el consumo calórico diario.
2 Abril 2016

Científicos de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, han demostrado que el ejercicio es más eficaz que restringir alimentos para limitar el consumo calórico diario. En el estudio, que se publica en Medicine & Science in Sports and Exercise (ver más abajo enlace al artículo), David Stensel y su equipo, del Centre for Sport and Exercise Medicine East Midlands (Ncsem-EM), analizaron las hormonas femeninas, las respuestas psicológicas y conductuales para controlar las calorías a través del ejercicio y de la restricción de alimentos a lo largo de nueve horas.

En la pérdida de calorías con restricción de alimentos, los participantes mostraron un aumento en los niveles de la hormona la grelina y disminuyeron los niveles de péptido YY. Además, comieron hasta un tercio más de comida en un buffet y se comparó con otra ocasión donde el ejercicio mostró el mismo déficit calórico (los participantes consumieron de media 944 calorías restringiendo los alimentos en comparación con las 660 calorías después del ejercicio).

Los resultados contradicen estudios previos que sugieren que el ejercicio hace que las personas (en particular las mujeres) coman más. Además, muestran que la respuesta de la grelina y el péptido YY a la hora de hacer ejercicio es el mismo tanto para hombres como para mujeres.

Según Stensel, "los resultados proporcionan una valiosa contribución al debate entre la dieta y el ejercicio. El estudio demuestra que el ejercicio no estimula el apetito o anima a comer más, al menos en las horas inmediatamente posteriores a la actividad. Nuestro próximo paso es ver si este beneficio continúa más allá del primer día del ejercicio".

Los resultados son posteriores a dos estudios diseñados para identificar si las respuestas del apetito de las mujeres eran diferentes a las de los hombres.

En el primer estudio, la ingesta de calorías se restringió a través de la dieta o el ejercicio (a una intensidad moderada de 90 minutos en una cinta de correr), y las respuestas del apetito se midieron en un período de nueve horas. El mismo grupo de 12 mujeres participó en las dos secciones del estudio.

En el segundo estudio se compararon directamente las respuestas de percepción del apetito, de la hormona del apetito y de la ingesta de alimentos al hacer ejercicio en hombres y en mujeres.

Fuente: Diario Médico

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