Cinco indicadores de que su personal está estresado

Como directivo, la asignación de trabajo y los plazos es parte de su actividad normal; sin embargo, estar atento a las señales de que un empleado podría tener problemas (por cualquier razón) también debe ser un aspecto importante del papel de los directivos.

La aparición del estrés puede dar lugar a alguno de los siguientes síntomas:
- Cambios en el comportamiento: un empleado puede pasar de ser enérgico y entusiasta a callado y retraído.

- Reacciones altamente emocionales: pueden presentarse en forma de arrebatos de ira o ataques de frustración y mal humor.

- Aparentar estar perdido, desorientado, abrumada: un empleado puede parecer estar ausente,  tener problemas para concentrarse o parecer distraído y confundido.

- La pérdida de su sentido del humor: un empleado puede dejar de ser capaz de ver el "lado bueno" de ciertas situaciones que normalmente encontraría divertidas.

- Cambios físicos en la apariencia: algunos ejemplos incluyen la pérdida o ganancia de peso, envejecimiento de la piel o el pelo o incluso simplemente una apariencia más descuidada.
 

¿Qué pueden hacer los directivos al respecto?

- Encontrar el tiempo para hablar con el empleado privado.

- No se debe dar por supuesto que el empleado está luchando con el trabajo. Puede estar teniendo dificultades en su vida personal y familiar .

- Expresar sus observaciones sobre su comportamiento de una manera no amenazante y tener cuidado de dejar de lado todas las ideas preconcebidas. No asuma que usted sabe lo que está causando su estrés, puede quedar muy ser sorprendido de lo que le digan. Permitir que el empleado hable y responder mostrando preocupación y comprensión es muy importante.

- Ofrecer apoyo.

- Respetar que el empleado pueda no querer hablar de lo que está pasando en su vida personal con usted. En su lugar, ponga de relieve los servicios de apoyo profesional a su disposición, como el asesoramiento laboral , la salud laboral y los programas de asistencia a los empleados.

- Asegurarse de saber exactamente qué apoyo  la organización es capaz de proporcionar y tenga a mano esta información a mano durante las reuniones.

- Temporalmente, reducir las presiones de trabajo.

- Una vez que haya determinado el origen del estrés - si es temporal o más bien se trata de un problema a largo plazo, ya sea de trabajo o ser provocada por otros factores - considere una revisión de la carga de trabajo del empleado.

- Si los problemas no están relacionados con el trabajo, puede valer la pena proponer que se tomen tiempo de su jornada de trabajo para ocuparse de ellos, pero asegúrese de que se establecen plazos para que cualquier reducción en el trabajo no se convierta en permanente.

- Efectúe un seguimiento de la situación con nuevas reuniones para comprobar su progreso y, si es necesario, busque asesoramiento externo.

Fuente: CIPD