Argentina: advierten riesgo latente en el mismo gasoducto que explotó hace dos años en Pilar provocando la muerte de dos personas y heridas graves a una tercera

Argentina: advierten riesgo latente en el mismo gasoducto que explotó hace dos años en Pilar provocando la muerte de dos personas y heridas graves a una tercera

Un peritaje oficial sobre la tragedia de Pilar cuestiona la seguridad de la tubería de Transportadora de Gas del Norte (TGN)
10 Julio 2016

El peritaje técnico de la Dirección de Policía Científica que dio lugar a la imputación de quienes eran las máximas autoridades de Transportadora de Gas del Norte (TGN) cuando ocurrió la trágica explosión del gasoducto en Pilar, finaliza con una advertencia insoslayable: “Existe el riesgo ‘latente’ de que pueda ocurrir una nueva rotura en el mismo (ducto) a la altura de la válvula de derivación, con los consabidos resultados”.

Esto es, el kilómetro cinco y medio de la ruta provincial 13, donde el 1° de agosto de 2014 ocurrió la trágica deflagración del Gasoducto Troncal Norte. A raíz de ese episodio murieron dos personas que transitaban por la ruta 13 y una tercera sufrió lesiones graves.

El informe que integra el expediente judicial en la Fiscalía Federal de Villa María está firmado por el ingeniero Carlos Kaloustian, el técnico Lucas Schneider y el director de Policía Científica, Ernesto Sergio Fernández.

Además de determinar que la explosión estaría vinculada a una obra defectuosa realizada en 2011 que habría afectado el gasoducto y a malas condiciones de compactación posterior, ese informe recalca que un año después de la explosión, se observaban situaciones de riesgo en el mismo lugar.

Además, los peritos sugieren la “realización de una cuna de cemento bajo el ducto principal, a la altura de cada derivación”. También solicitan la colocación de detectores de gas en zonas críticas y señalan la necesidad de evaluar el impacto que genera sobre el gasoducto la cercanía de vías férreas. Además, sugieren la realización de un estudio de mecánicas de suelos.

Aunque no fue posible dar con la fiscal federal de Villa María, María Marta Schianni, trascendió que la funcionaria judicial informó de inmediato al Enargas tras recibir el peritaje. Se desconoce si el ente de control tomó medidas al respecto.

Ayer, la fiscalía, luego de la realización de pruebas que ahora deberán ser completadas por otros estudios y análisis técnicos, les atribuyó responsabilidad por estrago doloso seguido de muerte y lesiones severas a quienes ocupaban en 2014 la presidencia y vicepresidencias de TGN: Eduardo Ojea Quintana, Santiago Marfort y Emilio José Daneri. Desde la firma, declinaron la posibilidad de informar su versión de los hechos.

Según el documento judicial, quienes encabezaban el directorio de TGN no habrían observado las normas mínimas de seguridad y habrían omitido la adopción de una serie de medidas que hubiesen evitado las tensiones sobre el gasoducto que derivaron en la rotura de la válvula que conecta el Gasoducto Troncal Norte y el de derivación a Pilar. Esa válvula fue la que permitió el escape masivo de gas el 1° de agosto de 2014.

Según determinó la Justicia, eso derivó en la fuga y acumulación de gas. La densa niebla que hubo esa mañana y el contacto con el arco eléctrico de las líneas de mediana y alta tensión ubicadas sobre la ruta provincial 13 se combinaron para generar la explosión que afectó a los vehículos que pasaban. Al instante, falleció el productor rural Daniel Augusto Ruiz Luque, cuya camioneta quedó derretida. También sufrió gravísimas heridas la docente María Concepción López, quien falleció 20 días después. Y resultó con lesiones severas José María Tissera Heredia, quien sobrevivió.

Para la investigación, fue clave el modo en que se ejecutó en mayo de 2011 una tarea de mantenimiento sobre la válvula y los ductos, llamada “re-forrado” o recoating en inglés, que consiste en aplicar “un revestimiento epoxi líquido” con el fin de “mitigar el posible avance de fisuras”.

La fiscal entiende que durante el desarrollo de esos trabajos “se habría omitido en determinados momentos otorgar un apoyo firme al caño, cuando en realidad debió estar dotado permanentemente de un soporte fijo hasta la culminación”, señala la fiscal.

“Por esta razón, en tales circunstancias, el ducto habría quedado en voladizo y habría sufrido ciertas tensiones por efecto del relleno de la zanja en la que se encontraba instalado o por el paso vehicular. Sumado a ello, el caño habría estado sometido a una excesiva carga (tierra), lo que habría derivado en una flexión”, agrega.

A criterio de Sebastián Becerra Ferrer, abogado querellante en representación de la familia de la víctima fatal Ruiz Luque, “lo que es seguro es que la explosión se produjo a partir de una mala intervención sobre el gasoducto en 2011”.

Fuente: La Voz

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