10 signos que revelan cuánto le importa a tu empresa el talento

10 signos que revelan cuánto le importa a tu empresa el talento

No valorar el trabajo de los empleados hace descender su motivación
7 Abril 2017

Atraer el talento o reclutar a los mejores profesionales, son algunos de los mensajes que se repiten en las ofertas de empleo y artículos dedicados a la gestión de los RRHH. Sin embargo, no siempre se cumple lo que se anuncia, ni todas las empresas saben trasladar esa intención o espíritu a un plan de acciones concretas que realmente impulse o proyecte ese talento dentro de la compañía.

El apoyo al talento es un valor que viene reflejado en las aspiraciones y aspectos más valorados por las nuevas generaciones. Ellos, los Millennials y la generación Z, prefieren a las empresas que tienen planes de desarrollo profesional que impulsan los talentos personales de cada empleado. Una tarea que no siempre se consigue desde los departamentos de Recursos Humanos.

Un artículo publicado en Forbes ha revelado los 10 signos que revelan cuándo a una empresa no le importa proyectar, adquirir y potenciar el talento de sus trabajadores.

  1. Miedo a la confrontación. La formación se está convirtiendo en un requisito para las empresas que quieren innovar en su negocio, especialmente ahora que los procesos de transformación digital están a la orden del día. Sin embargo, algunas empresas aún siguen temiendo una insubordinación por parte de los trabajadores a la hora de aplicar cambios o crear formaciones que permitan alcanzar este objetivo.
  2. Jornadas inflexibles con horas extras. La inflexibilidad horaria y las jornadas laborales estáticas están siendo desbancadas por otras fórmulas como el teletrabajo y las jornadas intensivas a fin de mejorar la conciliación entre la vida personal y la laboral. No obstante, son muchas las empresas que continúan presionando a los empleados, a través de las horas extras, en un intento por reforzar su productividad, estrategia que algunos estudios han descrito de ineficaz.
  3. Obsesión por los objetivos. Cuando los líderes se enfocan demasiado en los resultados, olvidan el esfuerzo y el aprendizaje que se adquiere durante el proceso de realización de un proyecto.
  4. Enfoque erróneo en los ascensos. Promocionar a una persona sólo con el fin de presentarse ante el equipo como un líder preocupado por sus empleados. Se trata de una apariencia que generalmente se distancia del seguimiento necesario que necesitan las personas a la hora de ascender a un puesto de trabajo.
  5. La motivación sólo importa sobre el papel. No hay planes concretos que permitan incentivar a los empleados: con retos, concursos y premios que reconozcan su talento y los recompense de forma que satisfaga sus deseos o aspiraciones.
  6. Olvido de la plantilla base. Generar oportunidades sólo para un grupo determinado de profesionales, supone obviar la posibilidad de encontrar nuevas habilidades, capacidades, ideas y soluciones en personas que está, por otro lado, desaprovechadas.
  7. Incomunicación directiva. El aislamiento de los líderes es otro de los signos que demuestran la falta de preocupación por conocer las aspiraciones de ese talento para, después, tratar de crear planes de carrera a medida y no genéricos.
  8. Políticas de RRHH basadas en el miedo, miedo a salirse de la ruta marcada por la empresa, lo que deriva en un descenso de la innovación y la creatividad propias del pensamiento independiente.
  9. Falta de reconocimiento. No valorar al empleado hace descender su motivación y genera unas dinámicas rutinarias.
  10. Falta de diálogo. A la incomunicación directiva se suma una falta de diálogo profesional que redunde en una mejora constante del trabajo. Hay que premiar y avanzar las fórmulas de trabajo que permiten que los empleados refuercen sus fortalezas y mejores sus debilidades.
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