Conciliación laboral-familiar. Repercusiones sobre la salud y el bienestar en docentes universitarias

Conciliación laboral-familiar. Repercusiones sobre la salud y el bienestar en docentes universitarias

Martes, 9 Diciembre 2014

La familia y el trabajo constituyen dos ejes centrales de la vida de hombres y mujeres, ambos pueden ser generadores de desarrollo y satisfacción. Marín, Infante y Rivero [1] plantean que el trabajo y la familia son dos ámbitos importantes para el desarrollo personal y social de los ciudadanos. Por su parte, Navarro Ardoy [2] anota que el trabajo y la familia son las dos redes sociales más significativas con las que los seres humanos se relacionan entre sí y con la sociedad en su conjunto, y en las que las personas pasan la mayor parte del tiempo. Históricamente, y tal como señala Schvarstein y Leopold [3], la relación laboral normal funcionó sobre la base de un modelo de familia de padre proveedor-madre cuidadora, demarcando claramente una división sexual del trabajo. Sin embargo, los cambios sociales, políticos e ideológicos han llevado a la mujer a la búsqueda de igualdad en relación con los hombres, siendo la incorporación de la mujer al mercado de trabajo un ejemplo de ello.

Actualmente, la relación trabajo-persona trasciende el límite de la división sexual del trabajo, marcando una nueva relación trabajo-familia, generando con ésta una multiplicidad de roles que pueden potenciar o limitar el desempeño profesional y personal en tanto que las personas deben asumir responsabilidades del hogar como también las laborales. Es por esto que durante los últimos años se está prestando cada vez mayor atención al tema de la conciliación entre la vida laboral y familiar, en parte debido a las consecuencias negativas a las que puede conducir una falta de integración entre estos dos ámbitos [4,5].

Halpern [6], en un discurso presidencial ante la Asociación Americana de Psicología (APA), sugiere que la dificultad de conciliar el trabajo y la familia es el principal desafío para la actual generación de trabajadores. Así, la mayoría de la investigación laboral y familiar se ha centrado en los efectos negativos entre los dominios trabajo y familia [7]. A nivel teórico se pueden diferenciar dos tipos de conflictos, direccionalmente opuestos. Por una parte, el conflicto trabajo-familia, donde el trabajo es el que influiría negativamente en el ámbito familiar y, por otro lado, el conflicto familia-trabajo, donde la familia es la que ejerce su influencia sobre el ámbito del trabajo. Uno de los modelos teóricos que ha predominado en este campo es el de la Teoría de Rol [8], según la cual el conflicto entre las expectativas asociadas a los diferentes roles tiene efectos negativos en el bienestar personal.

Recientemente, en línea con el movimiento de la Psicología Positiva [9], la investigación de la interacción entre trabajo y familia también ha incluido conceptos en términos de beneficios [10]. Estas líneas de investigación han puesto un mayor énfasis en potenciar la salud y el bienestar, en lugar de centrarse en el estrés y la enfermedad. La idea es que la interacción entre trabajo y familia puede ser una situación provechosa, que aporta beneficios a las personas que trabajan y participan en los roles familiares. La hipótesis de expansión [11] sugiere que la participación activa en un dominio proporciona acceso a los recursos y experiencias que contribuirían a la realización individual en cualquier otro ámbito. Estas ideas son la base teórica para postular que la participación de un individuo en un contexto (como el laboral) podría beneficiar su participación en otro, como puede ser el familiar [12]. Uno de los muchos términos que describen la relación positiva entre el trabajo y la familia (enriquecimiento, balance, etc.) es el concepto de “facilitación” [13].

La evidencia empírica apoya la idea de que el conflicto y el enriquecimiento trabajo-familia son fenómenos diferentes, desde la perspectiva tanto conceptual como empírica, aunque podrían estar o no relacionados entre sí. De esta manera, la ausencia de conflicto trabajo-familia, no necesariamente equivale a la presencia de enriquecimiento trabajo-familia, y viceversa [14].

Existe una amplia literatura sobre la conexión trabajo-familia, en especial la referida a la incompatibilidad entre el trabajo y la familia (conflicto), y sus consecuencias negativas en la salud individual y el desempeño organizacional [7]. Tal es así, que Frone, Russell y Cooper [15] informaron que el conflicto se relaciona con aumento de los niveles de depresión, problemas de salud física, la hipertensión y el aumento del consumo de alcohol.

En suma, los estudios mencionados, hasta el momento, presentan evidencia contrastada de que tanto la facilitación como el conflicto entre las esferas laboral y familiar están relacionados ya sea favorable (facilitación) o desfavorablemente (conflicto) con factores psicosociales, especialmente, con la salud y el bienestar de las personas.

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