La Ergonomía: más allá de la adaptación del trabajo a la persona

La Ergonomía: más allá de la adaptación del trabajo a la persona

Viernes, 24 Mayo 2002

La Ergonomía se define por su objetivo: adaptar el trabajo a la persona; esta definición simple, obtenida de su etimología es cada vez mas repetida y entendida por la sociedad laboral. Sin embargo, hay mucho mas: la Ergonomía es la ciencia del hombre en el trabajo, la Ergonomía y la Psicosociología Aplicada es/son una(s) disciplina preventiva recogida y reconocida por la legislación preventiva, definida de forma tácita en los principios de la acción preventiva; ergónomo es una profesión y ergonómico es una determinada característica que presentan algunos productos dirigidos a los consumidores.

En su alcance como disciplina preventiva, junto con la Psicosociología Aplicada pretende lograr la adaptación del trabajo a las diversas características de los trabajadores afectados, es decir el acondicionamiento perfecto del puesto de trabajo, de las herramientas, y de la organización del trabajo con relación a los determinantes de variabilidad inter e intraindividual. La consideración de estos criterios de adaptación es muy importante, puesto que la ética de la ergonomía exige que en ultima instancia las condiciones de trabajo sean mejoradas y no agravadas, pero se puede mejorar según criterios diferentes, en términos de rendimiento o de eficacia, aligeramiento de la carga de trabajo, disminución o supresión de los efectos negativos sobre el trabajador, aumento de la seguridad, aumento del interés intrínseco de la tarea, aumento de la satisfacción etc. Las psicopatologías laborales como el estrés y sus versiones diferenciadas, hoy muy difundidas como burnout y mobbing, evidencian que las acciones de la prevención sólo alcanzan a una parte de la realidad laboral, aquella en la que es posible establecer una relación de causalidad, ligando unos factores objetivos, claramente identificables, incluso medibles, y unos efectos sobre la salud, susceptibles de ser caracterizados médicamente. Las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo por esfuerzos repetidos y manipulación manual de cargas están aumentando en relación inversa con el nivel de contratación y empleo de ergónomos; es la constatación de que los compromisos establecidos en la normativa no tienen una extrapolación plena e inmediata a las empresas.

El ergónomo a través del análisis de la actividad de trabajo puede mostrar como existen una serie de cargas imperceptibles que deben indicarse al responsable de la empresa para su eliminación, dado que deterioran el trabajo y sus resultados, trascendiendo en bienes o servicios, que es lo que da valor a la empresa, -los valores humanos de la acción se transforman en valores económicos de producción- y que ha de asumir esas medidas no porque sea legal/obligatorio sino porque son de su interés. De esta forma se supera el aspecto legislativo (salud del trabajador) por el económico (salud de la empresa); la acción ergonómica muestra la obligada concurrencia de estas posiciones. Esta mediación se funda sobre una apuesta: la convergencia posible en la realidad empresarial de criterios de confort, calidad, seguridad y eficacia.

Sin ergonomía y con enfoques antropomarginales, las soluciones elegidas, aunque técnicamente sean validas, suelen presentar consecuencias negativas de elevado coste: paradas de producción, diversas modificaciones, formación complementaria, accidentes y absentismo. Cuando se habla de calidad total no podemos olvidarnos de la calidad de las condiciones de trabajo y la calidad de vida laboral, ello implica reconocer el protagonismo del trabajador y corregir la costumbre mercantil de precarizar empleo, y combatir las situaciones de insatisfacción profesional.

Nuestra comunidad autónoma ha apostado y apuesta con la suficiente fuerza en esta disciplina para ser un referente a escala nacional, tres ejemplos: uno, la gestión de los Recursos Humanos de ENSIDESA, continuada hoy por ACERALIA, caracterizada por hacer una especial incidencia sobre la prevención de riesgos laborales, siendo pionera en muchos de los aspectos recogidos en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, entre otros la multidisciplinaridad preventiva a través de la creación en 1987 de un servicio de Ergonomía; dos, el Área de Ergonomía del Instituto Nacional de Silicósis y tres, la creación del Laboratorio de Ergonomía y Biomecánica puesto en marcha por Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales.

La Asociación Asturiana de Ergonomía (PREVERAS), sustentada en estos acreditados principios y a través del convenio firmado con la Consejería de Trabajo y Promoción de Empleo del Principado de Asturias lleva a cabo jornadas informativas y desarrolla estrategias conducentes a mostrar la utilidad de incorporar la Ergonomía en las organizaciones como una eficaz herramienta de gestión, desde el entendimiento de que la comprensión de la actividad humana es clave en todos los proyectos que conciernen al hombre, requiriendo la participación lo más anticipadamente posible del ergónomo. Su potencialidad supera el ámbito preventivo, ignorarla genera graves problemas para usuarios y clientes, el incremento de las enfermedades profesionales por lesiones musculoesqueleticas, la denegación de la incapacidad laboral de un trabajador por no analizarse la actividad real de trabajo, el envejecimiento de la población y las nuevas tecnologías no se resuelven con sillas ergonómicas ni equipos informáticos sofisticados, abordar el absentismo no es fijarse en los índices numéricos e incrementar el presentismo, ..... realidades que remiten a la necesidad de una participación mas activa del recurso humano, como operador, trabajador, cliente, usuario y ciudadanos.

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